miércoles, 7 de agosto de 2019

Discurso del Embajador (EEUU) John Bolton, Asesor Presidencial para Asuntos de Seguridad Nacional. Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela. Lima, Perú. 6 de agosto de 2019


Muchas gracias señor Presidente, y gracias a todos los representantes internacionales que están presentes hoy aquí y a todos los que colaboraron para que este evento fuera posible.

Además, quisiera dar la bienvenida a todos los representantes de los 56 países que reconocen al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y a todas las demás naciones que están aquí hoy y que apoyan un proceso democrático.

Es muy grato para mí estar en Lima, donde se creó el “Grupo de Lima”, en un país que ha demostrado su determinación de ayudar a su vecino, Venezuela, en los momentos más oscuros. 

Estados Unidos agradece a Perú por todos los esfuerzos que ha hecho para abordar la crisis humanitaria en Venezuela.

También agradecemos a los otros países, en especial Colombia y Brasil, que han asumido un rol de liderazgo en responder a la crisis de refugiados. Ustedes han dado un ejemplo de cómo ayudar a sus hermanas y hermanos venezolanos.

En 1910, el presidente estadounidense Theodore Roosevelt dio un discurso en París con el título Ciudadanía en una República, en el cual se refirió a las cualidades necesarias para ser buenos ciudadanos y buenos líderes. Los buenos ciudadanos se atreven a actuar en nombre de sus familias, sus comunidades y sus países. Roosevelt expresó que era cobarde mantenerse al margen y limitarse a criticar. Él dijo : “No son los críticos los que cuentan... el mérito es de los hombres que están efectivamente en la arena, que se ensucian el rostro con polvo, sudor y sangre”. 

Cincuenta y seis países reconocen al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, como el “hombre en la arena”, que une a la oposición y que lucha por la libertad contra un régimen autoritario ilegítimo. Maduro utiliza escuadrones de la muerte, entrenados y equipados por Cuba, para secuestrar, encarcelar, torturar y matar a casi 10.000 de sus ciudadanos. Su régimen ha reducido el salario básico a menos del cinco por ciento del precio de la canasta alimentaria esencial, lo cual obliga a las familias a revolver la basura en busca de algo para alimentarse ellos y sus hijos. Su régimen ha rechazado entregas de medicamentos, lo que implica condenar a muerte a más de 1.600 hombres, mujeres y niños inocentes. Y su régimen ha instalado equipos de vigilancia de China para controlar lo qué hacen los ciudadanos comunes y manipular a los medios de comunicación con el fin de que difundan mentiras y propaganda.

Con gente hambrienta en las calles, el régimen de Maduro politizó un programa de alimentos subsidiados como parte de sus acciones para imponer controles sociales. La semana pasada, Estados Unidos anunció sanciones y cargos penales contra los responsables de un mecanismo de corrupción masivo; los secuaces de Maduro se apropiaron de millones de dólares correspondientes a un programa destinado a alimentar a millones de venezolanos hambrientos.
Ya hemos visto esto antes. Estas no son las acciones de un presidente legítimo o un “servidor del pueblo”. Estas atrocidades son los actos de un cruento dictador. 

Tienen que preguntarse... ¿quiénes pueden apoyar a un tirano así? Pues basta mirar a Cuba, Rusia, China e Irán.

Las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia de Cuba son el pilar del apoyo exterior a este dictador. Estados Unidos está tomando medidas afirmativas para cortar los lazos entre Venezuela y Cuba. Nuestras sanciones contra embarcaciones que transportan petróleo entre ambos países son apenas una primera medida.

A ambos, a Rusia y a China les decimos que el apoyo que brindan al régimen de Maduro es intolerable, en particular para el régimen democrático que reemplazará a Maduro. A Rusia, y sobre todo a quienes controlan sus finanzas, les volvemos a decir lo siguiente: “¡No redoblen una apuesta equivocada!”. Para China, que ya se muestra desesperada por recuperar las pérdidas financieras, la vía más rápida para recuperar su dinero es apoyar un nuevo gobierno legítimo.

China se opone a la intervención extranjera en Venezuela, y ese sería un argumento más que válido para que todas las fuerzas militares y paramilitares cubanas y rusas se vayan de Venezuela de inmediato. En este Hemisferio, tenemos el imperativo moral de defender a nuestros vecinos frente a amenazas, ya sean internas o externas, que socaven la paz, la seguridad y la prosperidad.

Maduro ha estado apostando a que el mundo le permita seguir burlándose de la Oposición, mientras sigue oprimiendo, robando y asesinando en beneficio propio. Sin embargo, Maduro se está quedando sin cuerda. Venezuela está ahora entre los países más pobres del planeta. Las personas huyen por millones. Maduro no puede confiar en sus generales. Los soldados han decidido que el régimen va en contra de la población, y están desertando en cifras record.

Ahora está seriamente en duda la disponibilidad de las fuerzas militares venezolanas, algo que no hace más que fortalecer el peso de los cubanos y otros actores externos. Maduro confía en ganarles por cansancio a la comunidad internacional y al pueblo de Venezuela. Con nuestra presencia hoy aquí, mostramos que la comunidad internacional mantiene su firme determinación de incrementar la presión y acelerar la transición pacífica hacia la única institución gubernamental legítima que hay en Venezuela hoy, la Asamblea Nacional. Estados Unidos no se quedará pasivo mientras se secuestra, tortura y asesina a venezolanos, y millones de personas se ven obligadas a huir.
Vemos que Maduro sigue usando las tácticas de siempre, simulando estar interesado en el diálogo, cuando todos sabemos que simplemente está ganando tiempo y no hace otra cosa que burlarse de todos.

No vamos a caer en estas viejas artimañas de un agotado dictador. No más burlas. Ahora es momento de la acción.

Estados Unidos ha dejado en claro desde enero que nuestra política es apoyar al presidente interino Guaidó, a la Asamblea Nacional democráticamente electa y al pueblo venezolano. Reconocer a la Asamblea Nacional ha sido nuestro paso individual más importante para promover una transición constitucional pacífica. Nos hemos asegurado de que haya una vía constitucional para terminar con la dictadura y que puedan llevarse a cabo elecciones libres y justas.

Desde 2017, Estados Unidos ha realizado más de 200 designaciones relacionadas con Venezuela conforme a varias Órdenes Ejecutivas y leyes federales. 

Nuestra política ha impuesto presión a Maduro y a sus colaboradores y a quienes lo sostienen, que se benefician con la miseria del pueblo venezolano.
Nuestras acciones han sido deliberadas, precisas y meditadas, a fin de cerciorarnos de que protejan al pueblo venezolano y que este tenga acceso a lo que necesita para sobrevivir. En los últimos seis meses, hemos emitido sanciones contra más de 100 personas y entidades clave que han servido de sostén a Maduro, como PdVSA, el Banco Central de Venezuela y el Banco de Desarrollo de Venezuela (BANDES). Nos cercioraremos de que Maduro se quede sin formas de mantenerse económicamente. 
Pero, en el día de hoy, estamos aquí para hacer más. No solo estamos dispuestos a NO mitigar las sanciones contra el régimen de Maduro, ayer el Presidente Trump firmó una orden ejecutiva por el cual impuso sanciones de bloqueo total a activos del Gobierno de Venezuela en nuestra jurisdicción. Esta Orden Ejecutiva inmoviliza todos los activos del Gobierno venezolano y prohíbe realizar transacciones con estos, a menos que esté expresamente prevista una excepción. 

Fundamentalmente, esta Orden Ejecutiva también autoriza sanciones contra personas extranjeras que brindan apoyo o bienes o servicios a CUALQUIER persona designada, incluido el Gobierno de Venezuela. 

Asimismo, esta medida restringe sustancialmente el ingreso a Estados Unidos por parte de personas sancionadas. Quisiera dejar en claro que este Decreto Ejecutivo, con vastos efectos, autoriza al Gobierno estadounidense a identificar y convertir en blanco de sanciones a personas que sigan brindando apoyo al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro.

Actuando directamente contra las instituciones gestionadas ilegítimamente por Maduro o alineadas con este, y envía un mensaje directo a todos aquellos que sostienen su dictadura y atentan contra la Asamblea Nacional democráticamente electa o el presidente interino Juan Guaidó. Estamos dando este paso para privar a Maduro del acceso al sistema financiero global y seguir aislándolo internacionalmente. Asimismo, estamos enviando un mensaje a los terceros países que desean hacer negocios con el régimen de Maduro, y les decimos que actúen con suma cautela. No hay necesidad de poner en riesgo sus intereses comerciales con Estados Unidos para lucrar mediante un régimen corrupto y agonizante.

Es la primera vez en 30 años que estamos imponiendo una inmovilización de activos contra un gobierno en este Hemisferio. 

La dictadura de Maduro ha quedado advertida. No hemos tomado una medida de este tipo desde la inmovilización de activos del gobierno de Noriega en Panamá en 1988, el embargo comercial a Nicaragua en 1985, o la vasta inmovilización de activos y embargo comercial de Cuba en 1962. En cada uno de estos casos, utilizamos sólidas herramientas económicas contra dictaduras que estaban destruyendo a sus países con corrupción, violencia y represión.

Funcionó en Panamá, funcionó una vez en Nicaragua y volverá a funcionar allí, ¡y funcionará en Venezuela y Cuba! Estados Unidos ha usado herramientas similares, e incluso más enérgicas, en Irán, Corea del Norte y Siria. Ahora Venezuela forma parte de este exclusivísimo club de Estados delincuentes.

Este bloqueo no es en contra del pueblo de Venezuela, sino del régimen de Maduro. Estados Unidos ha tomado cuidadosas medidas para proteger el acceso del pueblo venezolano a bienes humanitarios y necesidades básicas. Como prueba de nuestra determinación de ayudar a los venezolanos, hemos actuado para proteger al presidente interino Guaidó, la Asamblea Nacional y sus aliados, emitiendo 21 nuevas Licencias Generales para excluir actividades, como la provisión de artículos humanitarios, la entrega de correo, las telecomunicaciones, el acceso a Internet y las actividades que desarrollan organizaciones internacionales y no gubernamentales.

Y, hoy más tarde, el Secretario de Comercio, Wilbur Ross, les describirá los planes que él y otros han estado haciendo para el día después en Venezuela, cuando caiga la dictadura.

Aspiramos a que se produzca una transición pacífica del poder, pero como lo ha manifestado el presidente Trump desde un primer momento: “Todas las opciones están sobre la mesa”.

Ahora es el momento de actuar. Estados Unidos está actuando con contundencia para aislar financieramente a Maduro y acelerar una transición democrática pacífica. Esperamos que nuestros socios internacionales tomen medidas, porque cuanto más esperemos, más sufrirá el pueblo venezolano. Hemos dejado en claro que Maduro, los rusos y los cubanos no deberían hacer nada que perjudique a más civiles inocentes, ni deberían tomar represalias contra Juan Guaidó. Debemos trabajar juntos para proteger a este Hemisferio de injerencias extranjeras, que amenazan la paz y la seguridad regional, la democracia y la prosperidad.

Es tiempo de que se ponga fin de manera pacífica al régimen tiránico de Maduro, para bien de todo el Hemisferio Occidental. Estados Unidos apoya al pueblo venezolano en su esfuerzo por reclamar su orgulloso patrimonio, recuperar la vida pacífica y recobrar su libertad.

Gracias señor Presidente.


P.D.
Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.

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